Cátedra Endowment premia a estudiantes y docentes en el Día Mundial del Agua
Las distinciones fueron entregadas por la Cátedra de Sustentabilidad Hídrica Antofagasta Minerals en el seminario "Acelerar el cambio", que analizó cómo mejorar la gestión del recurso.
El 22 de marzo se celebró el Día Mundial del Agua, ocasión propicia para reflexionar en torno a este cada vez más valioso recurso hídrico. En ese contexto, la Universidad Católica, a través del Centro de Derecho y Gestión de Aguas y de la Cátedra de Sustentabilidad Hídrica Antofagasta Minerals, y la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas convocaron a un encuentro en el que se discutió desde el punto de vista público, privado y académico los caminos a seguir para acelerar los cambios que le permitan al país avanzar hacia una gestión integral y sostenible del recurso más importante del planeta.
En la oportunidad, además, se realizó la entrega de los Premios Cátedra de Sustentabilidad Hídrica Antofagasta Minerals, iniciativa que se enmarca en el Endowment UC y que tiene por objetivo impulsar la investigación y divulgación del conocimiento científico relacionadocon la sustentabilidad del recurso y el cambio climático, y que tiene como sello distintivo la interdisciplina, congregando a diferentes áreas del plantel que centran su trabajo en el agua.
“Nos enorgullece poder entregar estos premios”, dijo el prorrector de Gestión Institucional de la UC, Patricio Donoso. La autoridad agregó que tanto en esa iniciativa puntual como en las otras llevadas a cabo por la Cátedra de Sustentabilidad Hídrica Antofagasta Minerals se cumple lo que se ha nombrado como la “triple hélice”, es decir, el vínculo entre el Estado, las universidades y las empresas: “Me parece que eso ya es virtuoso per se, y probablemente una base o fundamento para muchos desarrollos, iniciativas y capacidad de resolver problemas que hoy existen en la sociedad. Las Cátedras Endowment UC se crearon con la finalidad de profundizar el conocimiento, la reflexión y el aporte en áreas de gran importancia”.
De hecho, en los últimos tres años la, Cátedra de Sustentabilidad Hídrica se ha transformado en un espacio de discusión y de acción frente a los temas de agua, particularmente a lo relacionado con la escasez de este recurso, reuniendo los mejores conocimientos y técnicas para avanzar en soluciones, con una mirada de largo plazo.
“Como todos sabemos, el acceso al agua es un derecho humano, es esencial para la vida y para la actividad económica. Necesitamos con urgencia gestionarla mejor, especialmente ahora, cuando el cambio climático está generando en parte importante de nuestro territorio períodos de largas sequías”, dijo el vicepresidente de Sustentabilidad y Asuntos Corporativos de Antofagasta Minerals, René Aguilar.
Valiosos aportes desde la UC al mundo
Un momento central del encuentro lo constituyó la entrega de las distinciones. El Premio a la Mejor Tesis de Magíster lo obtuvo Tania Lucero, quien cursó el Magíster en Recursos Naturales en la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, por su trabajo titulado “Un enfoque sociocultural y ecológico para planificar una restauración integral de bosques ribereños en el sur de Chile”.
El Premio a la Mejor Tesis de Doctorado lo consiguió Felipe Torres, quien recibió su doctorado en la Facultad de Ingeniería, por su trabajo “Tecnología macrobiana electroquímica para la reducción del perclorato y clorato en agua”.
En cuanto al Premio a la Contribución Científica, este año se reconoció al texto“Water Resources of Chile”, publicado por la prestigiosa casa editorial Springer, el que fue editado por los docentes del Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental Bonifacio Fernández y Jorge Gironás, y en el que participaron, entre otros autores, 15 académicos e investigadores de la comunidad UC.
El Premio a la Trayectoria Académica, en tanto, recayó en el profesor Francisco Meza, académico de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal. Junto con otros colegas, Meza lideró el desarrollo de la Plataforma ARCLIM, del Ministerio de Medio Ambiente, herramienta de consulta abierta para toda la comunidad dedicada a la caracterización de Riesgos Climáticos en los distintos sectores de la sociedad.
En su discurso, el profesor Meza aludió a los grandes desafíos que tenemos en este ámbito, y que se ha acentuado por el cambio climático en la zona central de Chile. Es así como resaltó la importancia de recoger datos. “Los datos son los únicos que nos van a poder decir lo que está ocurriendo realmente”, afirmó. Asimismo, señaló que es importante avanzar sobre marcos conceptuales más amplios de los que se han tenido, instancia en la que la Cátedra de Sustentabilidad Hídrica Antofagasta Minerals podría ser un relevante aporte, conectando con diversos actores, y dialogando con la sociedad e instituciones.
“Acelerar el cambio”
En el encuentro se realizó el conversatorio “Acelerar el cambio”, en el contexto del llamado que realizó las Naciones Unidas de que los países deberán trabajar, en promedio, cuatro veces más rápido para poder cumplir con los tiempos indicados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible en lo concerniente a garantizar para el 2030 la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y saneamiento para todos. El tema es especialmente sensible para Chile, que lleva 14 años atravesando por una situación de sequía. Actualmente uno de los desafíos para el país ha sido cómo valorizar el agua en un contexto en el que la distribución se asigna en un 73% para la agricultura, 12% para el agua potable, 7% para fines industriales, 5% para usos eléctricos y un 3% para la minería.
En el panel participaron Katherine Moya, integrante del equipo Propuestas País de la Fundación de Superación para la Pobreza, Alejandra Vega, investigadora UC del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) y Nicolás Ureta, jefe del Departamento de Organizaciones de Usuarios de la Dirección General de Aguas (DGA).
Katherine Moya explicó que uno de los retos es actualmente cómo diferentes sectores de la población se debaten entre modelos contrapuestos. “Por un lado se encuentra el modelo actual de desarrollo, que es extractivista, intensivo, productivo industrial, sectorizado, dirigido por el estado y desarrollado mayoritariamente por empresas.
Entonces lo que hace finalmente es potenciar el mercado global sin considerar las consecuencias para los grupos humanos que habitan en los distintos territorios de Chile”, afirmó. Según Moya, esta visión contrasta con el uso de agua que han realizado “habitantes locales de manera ancestral, con una economía de pequeña escala, de subsistencia y en estrecha vinculación con los ciclos naturales, administrando los comunes, pensando en el bien común de los habitantes y de la naturaleza”.
Katherine Moya, quien reside en Petorca -localidad golpeada por la escasez hídrica-, sostuvo que compatibilizar estos usos requiere de un cambio de paradigma y también una revisión de la matriz productiva. “De acuerdo a distintos estudios de los 272 conflictos socioambientales en Chile, el 37% se ubica en áreas de alto valor de conservación. Entonces es crucial que por lo menos estos sitios no sean alcanzados por el modelo extractivista”, afirmó.
La investigadora UC Alejandra Vega destacó la dificultad para valorar el agua en términos económicos, por cuanto es un recurso esencial para el ser humano, para su desarrollo socioeconómico y también es un elemento vital para todos los seres vivos del planeta.
“Al ser un recurso escaso, y que existe competencia por su uso, debemos tratar de todas maneras de valorizarlo o llegar a un acuerdo para poder gestionar el agua en forma óptima y sostenible, ya sea para asignaciones de uso o para su protección”, afirmó. Explicó que hay diferentes enfoques y metodologías para asignarle valor a los recursos ambientales, pero que muchos son imperfectos y difíciles de cuantificar, como el valor espiritual que le asignan los pueblos originarios. “En países como Nueva Zelanda se ha reconocido este valor espiritual y se ha incorporado en la gestión del recurso hídrico”, señaló. De todas maneras, Alejandra Vega reconoció la importancia de haber llegado a ciertos acuerdos en Chile frente a los recursos hídricos.
Nicolás Ureta, jefe del Departamento de Organizaciones de Usuarios de la DGA coincidió en la dificultad de valorar el agua, por su carácter intangible y al ser percibido de manera muy disímil por distintas personas y culturas. Sin embargo, reconoció la importancia de la reforma al código de aguas, por los cambios profundos que propone y las herramientas de gestión.
“Lo principal de la reforma fue llegar a un acuerdo de cuáles son los valores como nación le vamos a dar al agua. Acordamos que la priorización del consumo humano de agua y uso doméstico de subsistencia es lo principal, y también de velar siempre por la preservación ecosistémica. Y luego que esta priorización tiene que estar en armonía con los distintos usos productivos”, afirmó.