Endowment UC: construyendo esperanza en tiempos difíciles

Las crisis que nos afectan impactarán el acceso a la educación superior; de ahí la relevancia del Proyecto Endowment UC hoy, pues representa una esperanza para muchos jóvenes que sueñan con formarse profesionalmente en nuestra universidad.

No hay duda de que las sucesivas crisis que nos han afectado tendrán un correlato en el acceso a la educación superior, y como Universidad Católica estamos seguros de que nuestro rol en cambiar esa realidad es central. De ahí que el Proyecto Endowment UC tenga hoy tanto relevancia como urgencia, pues representa una esperanza para muchas familias en condición de vulnerabilidad que sueñan con ver a sus hijos estudiando en nuestra institución.

En estas semanas, hemos invitado a alumnos y exalumnos becados del área salud a contar sus historias de esfuerzo, y de cómo hoy están devolviendo con gran vocación pública la ayuda que recibieron. Un ejemplo de ello es Geraldine Muñoz, quien, pese a las serias dificultades económicas que enfrenta su familia, hoy se está formando para convertirse en doctora. Ella ha colaborado en el control de la pandemia en su calidad de Oficial Nacional del Comité de Salud Pública de la Federación Internacional de Asociaciones de Estudiantes de Medicina, y ha estado abocada a difundir información de calidad a la población sobre el covid-19 a través de las redes sociales. Otro ejemplo lo constituye Melissa Araya, estudiante de 6° año de dicha carrera, quien voluntariamente trabajó en el Servicio de Urgencia del Hospital de La Florida justo en momentos en que la pandemia comenzaba su pronunciada escalada. Por el lado de la Enfermería, la alumna de 5° de esa disciplina, Victoria Benavente, también apoyó a la primera línea de la salud desde un CESFAM de Macul. El doctor Hugo Figueroa, por su parte, hace años que trabaja en Chiloé como médico general, y en esa capacidad es quien primero recibe a los pacientes con sospecha de estar contagiados con el SARS-CoV-2.

Todos ellos ya han comenzado a devolver a la sociedad la ayuda que recibieron para convertirse en profesionales, poniendo en marcha el efecto multiplicador que cada donación tiene. Hoy, más que nunca, los frutos de esa ayuda han quedado de manifiesto.


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