La activa participación de la universidad en el proceso constituyente
Los resultados de “Tenemos que Hablar de Chile” fueron presentados a los constituyentes; además, la institución le expuso a la presidenta del organismo una iniciativa para evitar contagios de covid-19 en espacios cerrados. Por otra parte, el Centro de Políticas Públicas organizó mesas de trabajo enfocadas en varios temas.
Desde antes de su instalación, la Convención Constitucional ha recibido el apoyo de la Universidad Católica. En efecto, un mes antes de que empezara a funcionar formalmente, los recientemente electos constituyentes fueron invitados a una reunión destinada a compartir los resultados de Tenemos que Hablar de Chile, iniciativa impulsada por la UC y la Universidad de Chile. A la cita asistieron 101 personas.
Tenemos que Hablar de Chile es una plataforma de diálogo de la que fueron parte más 8 mil habitantes de las 346 comunas del país para conversar, por videollamada y sin conocerse entre sí, sobre qué cambiar, mantener y mejorar en Chile. Estas 8 mil personas se agregan a las más de 95.000 que se unieron mediante consultas digitales, sumando más de 100.000 concurrentes durante 2020 en un ejercicio histórico y pionero de participación ciudadana. El proyecto contó con el respaldo de otras 27 universidades nacionales y más de 50 organizaciones de la sociedad civil, las que hicieron un especial esfuerzo por llegar a quienes usualmente no participan en este tipo de procesos, tales como habitantes de zonas rurales y extremas, personas privadas de libertad y migrantes, entre otros.
Algunos de los diez hallazgos de Tenemos que Hablar de Chile son mejorar la ética pública, valoración de la diversidad de opiniones, esperanza en el futuro del país, la percepción de un Estado que vulnera y un sistema político que no se preocupa por las necesidades de la gente.
Covid-19
Desde el punto de vista sanitario, recientemente el rector y académicos de la Universidad Católica se reunieron en el excongreso con la presidenta y el vicepresidente de la convención, Elisa Loncon y Jaime Bassa, respectivamente, para presentarles un proyecto que permite monitorear el CO2 en espacios cerrados. Esta iniciativa ayudará a estimar los aforos máximos permitidos para las condiciones de ventilación existentes, aportando así a tener un protocolo de alto estándar en materia de cuidados sanitarios frente a la pandemia.
“Desde la Universidad Católica estamos trabajando para ponernos a disposición de la Convención Constituyente. Nada más importante que la salud de quienes están trabajando acá: el cuidado del aire, la medición de los espacios y ver cómo la ventilación es clave para evitar contagios. La Facultad de Ingeniería y la Facultad de Ciencias Sociales, con un grupo de investigadores e investigadoras han estado trabajando en el monitoreo de recintos cerrados, simulando la cantidad de CO2 que hay en la Convención. Estamos realizando esa medición en este espacio, después de eso se evaluarán los protocolos y se entregarán sugerencias para la salud de todas y todos los constituyentes”, explicó el rector Ignacio Sánchez.
Medio ambiente, descentralización y pueblos indígenas
Por otra parte, el Centro de Políticas Públicas UC convocó a tres mesas para aportar a la discusión constitucional, enfocadas en medio ambiente, pueblos indígenas y descentralización. De estas, realizadas a fines del año pasado, formaron parte académicos tanto de la universidad como de otras instituciones.
Los resultados de este esfuerzo quedaron plasmados en tres documentos, con la idea de que constituyan insumos para el debate. José Antonio Viera-Gallo, investigador asociado del Centro y quien moderó las mesas, afirmó que “para los miembros de la Convención, los documentos de nuestras mesas de discusión pueden ser un aporte significativo para entregarles una base más sólida en cuanto a las propuestas que hagan, los argumentos que utilicen y las decisiones que tomen al momento de votar”.
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