Testimonio Becada UC: Javiera Inostroza, estudiante de enfermería

"Espero algún día poder ayudar a jóvenes con aspiraciones similares a las mías, para que las brechas económicas dejen de ser una justificación para quitarle los sueños a aquellos que quieren estudiar en la universidad y contribuir a nuestro país como buenos profesionales".

“Entrar a la universidad siempre fue un sueño para mí y a la vez un desafío tremendo. Recuerdo que cuando en 8vo básico tuve que escoger el liceo para la enseñanza media, opté por un liceo técnico ya que no tenía la seguridad de que pudiese entrar a la universidad, por lo tanto, quería tener al menos un título profesional que me sirviera para poder trabajar. A lo largo de la enseñanza media me di cuenta de que no podía quedarme sólo con ese título, que podía ser mucho más y a pesar de las brechas educacionales me esforcé para poder obtener un buen puntaje en la PSU y entrar a estudiar enfermería.

Cuando quedé seleccionada en esta universidad, pueden imaginar que mi sorpresa fue grande. Al principio me invadió una euforia tremenda, pues estaba cumpliendo mi sueño, pero luego vinieron los pensamientos del tipo “¿cómo voy a pagarme la universidad?”. Vivo sola con mi mamá, por ende, nuestros ingresos económicos no eran los suficientes para poder pagar una carrera universitaria así que la única opción que teníamos era endeudarme con un crédito. Afortunadamente, fui beneficiada con la beca bicentenario, permitiendo así reducir considerablemente el monto a pagar.

Cuando entré a primer año todo era nuevo y maravilloso, aunque también se presentaron dificultades en el camino, pero pude salir adelante. Recuerdo que el mes de marzo, mi mamá me dijo que estaríamos justas con el dinero ya que tenía que pagar el otro porcentaje de la mensualidad. Fue justamente en ese periodo cuando me llegó el correo de la Beca Cristóbal Conde, diciendo que tenía los requisitos para postular. Soy sincera al decir que en un principio pensé que no la obtendría, pero cuando me avisaron que sí había sido beneficiada, a mi mamá y a mí se nos solucionó todo. Podría estudiar la carrera que amaba sin tener repercusiones económicas y sin preocupar a mi mamá.

En la vida siempre me ha movido la vocación de servicio, siempre he estado involucrada en voluntariados, tanto internos como externos a la universidad, que buscan promover la salud de las personas y ayudarlas en lo que más necesitan. De alguna forma, siento que así estoy devolviendo la mano a quienes hacen posible este sueño de estudiar gratis, compartiendo desinteresadamente mis conocimientos y ayudando a las personas. Ahora me doy cuenta de que es lo mismo que busca hacer la Fundación Friends y don Cristóbal Conde: ayudar a los estudiantes que no tienen los recursos suficientes a cumplir sus sueños. Sin esta tremenda oportunidad que me han dado, yo jamás hubiese tenido los conocimientos necesarios para ayudar al resto.

Por otro lado, la beca de mantención que inició el año pasado ha sido una ayuda extra muy bienvenida, ya que al menos en mi caso, en estos dos años de carrera la movilización hacia la universidad y los centros de práctica o internado significaban un gran desembolso de dinero en transporte, por lo que la beca de mantención me ha servido para mitigar ese gasto.

Para terminar, quiero decir que estaré eternamente agradecida y en deuda con don Cristóbal Conde y la Fundación Friends, ya que si no fuese por la ayuda que me han brindado en estos 5 años de carrera quizás yo no estaría aquí, a unos cuantos meses de obtener mi título profesional y poder ejercer como enfermera. Espero algún día poder ayudar al igual que ustedes a esos jóvenes con sueños similares a los míos y, que las brechas económicas dejen de ser una justificación para quitarle los sueños a aquellos que quieren estudiar en la universidad y contribuir a nuestro país como buenos profesionales.

¡Muchas gracias por todo!”


¿Te gusta esta publicación?

0

Comparte esta publicación